El 8 de marzo no solo es una fecha para celebrar los logros alcanzados por mujeres, sino también un momento para reflexionar sobre los desafíos que muchas enfrentan cada día.

El rol clave de las madres
Más del 60% de los hogares que acompañamos están encabezados por madres solas que son el único sostén de sus familias, tanto emocional como económicamente. Es una realidad que no buscamos, sino que llega, producto de un reflejo de la sociedad y de las responsabilidades que recaen, mayoritariamente, en las mujeres.
Una carga desproporcionada
En gran parte de los hogares que están encabezados por una mujer sin pareja, la responsabilidad del sustento recae exclusivamente sobre ellas, desencadenando una serie de multivulnerabilidades. No solo deben garantizar el sostenimiento económico de sus familias, sino también asumir la totalidad de las responsabilidades de crianza y cuidado. Esto significa menos tiempo para la formación y el acceso a empleos de calidad, generando una espiral de pobreza y exclusión.
El rol de las mujeres en la familia es fundamental y su impacto en la sociedad es incalculable
La mujer como pilar emocional
Las madres suelen ser el sostén emocional de sus hijos, garantizando estabilidad en contextos marcados por la adversidad. Estudios en psicología social muestran que el bienestar emocional de los niños está fuertemente relacionado con la calidad del vínculo con sus madres, y que, en situación de vulnerabilidad, este rol se vuelve aún más crucial.
Sin embargo, esta sobrecarga emocional también pasa factura: muchas de estas madres enfrentan niveles elevados de estrés, ansiedad y depresión, con escaso acceso a redes de apoyo o atención en salud mental.
La urgencia de políticas públicas con perspectiva de género
Para cambiar esta realidad, es fundamental promover más políticas públicas que atiendan las necesidades de las madres solas. Esto incluye acceso a empleos estables para generar seguridad económica, programas de apoyo a la crianza, acceso a formación profesional y una red de asistencia en salud mental. Además, es clave fortalecer sistemas de cuidado infantil de calidad, para que estas mujeres puedan acceder a mejores oportunidades laborales sin desatender la crianza de sus hijos, sabiendo que están protegidos.
Una cuestión para la reflexión
Este 8 de marzo, más que celebrar, queremos visibilizar y reflexionar sobre el rol fundamental de las mujeres en la familia, especialmente de aquellas en condiciones de vulnerabilidad. Su lucha es diaria y silenciosa, pero su impacto en la sociedad es incalculable. Son mujeres que tienen una inmensa voluntad de salir adelante y se esfuerzan mucho para conseguirlo.
Es hora de que como sociedad reconozcamos y apoyemos a estas mujeres con acciones concretas que les permitan salir de la espiral de la exclusión y construir un futuro mejor para ellas y sus hijos.
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